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EJES AMBIENTALES. YA SOMOS MUCHOS ¿RIESGOS PARA LA SUSTENTABILIDAD?

El pasado día 11 de julio Día Mundial de la Población, Naciones Unidas nos hace un llamado a la reflexión sobre nuestra humanidad común y recuerda nuestra responsabilidad común de cuidar de nuestro planeta, yo incluiría nuestra responsabilidad con nosotros mismos como humanidad con un destino común.

Sin embargo, estos llamados que se hacen desde hace décadas no son escuchados por todos los gobiernos, ni por los grandes intereses económicos y lo que lamento más, por nosotros mismos que en nuestra esfera de confort o nuestros espacios de sobrevivencia no hacemos nada o lo suficiente para procurar un mundo más justo, pacífico y sustentable.

Si bien, la frase del encabezado cita las palabras de 8 mil millones de oportunidades, también diría de igual número de retos para enfrentar las amenazas que representa el crecimiento de la población, por ello título con un cuestionamiento si el ser cada más en este planeta representa riesgos a los objetivos de la sustentabilidad trazados hacia el 2030

Existe una página electrónica que, con relativa frecuencia, consulto para saber cómo vamos no sólo en el comportamiento estadístico de la población, pero que ella también veo y analizo algunos datos que acuden a mis pensamientos para la toma de decisiones sobre diversos tópicos en mi vida profesional e incluso personal. Sitio en internet que recomiendo visiten y apliquen para formar su propio criterio. La página es sobre estadísticas mundiales en tiempo real llamada en inglés worldmeter.

Por ejemplo, en este momento que inicio con esta columna somos 7,961´906,040 habitantes en el mundo (ya casi somos 8 mil millones), que en este año han nacido 76´940.834 seres humanos y el día de hoy 197,397. Sin embargo si sigo “navegando” en esta página veré los datos de gastos de gobiernos en salud, educación, fuerzas armadas, automóviles y bicicletas producidas, computadoras, televisores y teléfonos celulares vendidos, libros publicados, periódicos en circulación, el impresionante número de correos electrónicos enviados, deforestación, emisiones emitidas de bióxido de carbono, erosión de suelos, agua consumida este año, energía utilizada hoy, fuentes renovables y no renovables y una larga lista de parámetros de salud, alimentación.

Seguro te pudieras preguntar ¿qué tienen que ver estas cifras en mi vida? las respuestas tus las tendrás de acuerdo a tus conocimientos, creencias y las formas de ver la vida, no sólo la nuestra sino la de los demás. Lo que si te puedo interpretar de estos datos es que cada vez somos muchos y ello pone en riesgo nuestras formas de vida de hoy, los que vienen llegando y los que vendrán mañana a ser parte de estas estadísticas, que agradeceré no sólo veas como un número, sino desde tu perspectiva como ser humano.

Gente de todos los ámbitos, culturas, saberes en diversas del mundo, con variantes en las épocas, han afirmado que la complejidad social, económica y ambiental que se vive en la actualidad tiene como origen la incivilidad, como lo cita el “Manifiesto por la Vida, por una ética para la Sustentabilidad”, que dice además que “La crisis ambiental es una crisis de civilización. Es la crisis de un modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado a la naturaleza y negado a las culturas alternas. El modelo civilizatorio dominante degrada el ambiente, subvalora la diversidad cultural y desconoce al Otro (al indígena, al pobre, a la mujer, al negro, al Sur) mientras privilegia un modo de producción y un estilo de vida insustentables que se han vuelto hegemónicos en el proceso de globalización. De igual manera, en un párrafo del preámbulo de Carta de la Tierra señala “Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas”.

Todo ello nos ofrece oportunidades, pero también amenazas a nuestras formas de vida, sin embargo, coincido con mi admirado amigo tabasqueño, estudioso de las ciencias ambientales, quien ha dicho en diversos espacios “los problemas ambientales tienen como origen la creciente población mundial”, también refiriéndose a los aspectos sociales y económicos que ello acarrea.

Para que pienses un poco más sobre el tema de que ya somos muchos, les comparto algunos datos “duros” sobre la población en el mundo del año 1900 al día de hoy: a nivel mundial hace 120 años éramos mil 650 millones de habitantes hoy somos, ya merito, 8 mil millones; en el país en 1900 había 15 millones 100 mil mexicanas y mexicanos hoy en día casi 130 millones; en Tabasco se contabilizaron 157 mil chocos, hoy en día, más/menos por poquito, 2 millones 400 mil; o sea, ya somos muchos más que hace poco más de un siglo ¿Cuántos calcula al 2030 o al 2050? Que estarán en vida nuestros hijos y/o nietos.

Pero ello, qué implica en términos comunes cuando hablo del riesgo para la sustentabilidad. Pues que demandaremos más espacios para la producción de alimentos, que normalmente invaden las fronteras forestales; que requeriremos de mucho mayor energía eléctrica y combustibles; que necesitaremos más agua para consumo humano y para la producción de alimentos, que espero ya no esté tan contaminada como en nuestros días; también, lo digo con enojo, pero es una realidad generaremos más desechos, la mayoría con daños consecuentes a la naturaleza y salud humana; no puedo soslayar que para el futuro inmediato, si seguimos sin hacer las cosas con mayor responsabilidad, nuestras selvas y bosques serán solo parte de las anécdotas del futuro; todo ello, con los impactos implícitos a la crisis climática que ya estamos viviendo hoy, que ya son parte de nuestra realidad y que deberíamos estar conscientes que se puede recrudecer hasta cambiar nuestras formas de vida a como la conocemos en la actualidad.

Sonó catastrófico el párrafo anterior, pues me quedé corto, ya que no hablé de las tendencias de acrecentar más la pobreza, las carencias en la salud humana, la deteriorada cobertura de educación, así como otros tópicos sociales y económicos que pueden ser luz roja para las generaciones venideras si es que no se mejora nuestra forma de vida, desde el modelo económico de producción y hábitos de consumo, hasta el deterioro social multifactorial que se pudiera vivir si no actuamos con responsabilidad apegados a principios y valores.

Es muy importante que como sociedad hagamos algo en forma y de fondo al interior de las familias para procurar que la tendencia de crecimiento poblacional se invierta, pero también incidamos en políticas públicas para que establezcan una estrategia educativa y de comunicación en medios para generar una conciencia más responsable con relación al tamaño de las familias, además de que los gobiernos valoren con esa óptica los programas sociales que propician la confusión de que al tener más hijos obtienen mayores beneficios económicos. Efectivamente el tema de control de natalidad es difícil, tiene muchas complejidades por nuestra propia naturaleza, las creencias, costumbres y un sinfín de razones y sinrazones.

Finalmente, como cada vez que escribo, les invito a que el reto del crecimiento de la población con sus afectaciones implícitas, las transformemos en verdaderas oportunidades de y para la vida, no sólo pensemos en nosotros hoy y para el ahora, hagamos una práctica cotidiana para que actuemos para hoy, el mañana y con ambición ética, hagamos lo que nos corresponde con una visión del “para el siempre”. Tenemos que dejar de ser simples espectadores de los problemas, seamos parte de la solución de ellos. Hoy podemos empezar a construir 8 mil millones de oportunidades para, como dice una corriente crítica latinoamericana de lo social y sistema económico, debemos aprender y generar acciones que generen estados reales del bien vivir, del vivir mejor, vivir sabroso. No pongamos el riesgo la Agenda 2030 con sus 17 objetivos ¡Seamos inspiración, participativos con voluntad y por convicción!

https://www.elheraldodetabasco.com.mx/analisis/ejes-ambientales-ya-somos-muchos-riesgos-para-la-sustentabilidad-8622278.html